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Mahashivaratri, una ventana al infinito

22 febrero, 2025
(Fecha: próximo martes 25 de febrero de 2025) 


2025: 25 de febrero

2026: 15 de febrero

“La Noche del Señor Shiva no es una noche más.

Es un alcance, una conexión, una cita que ya ha estado programada

 para recordar el suceso de Ser, de estar,

de querer producir la Luz que ha permanecido siempre”.

Sri Mataji Shaktiananda


Maha Shivaratri: la Gran Noche de Shiva

Dentro del Calendario Védico y los siglos de historia que lo han acompañado, Mahashivaratri es en definitiva una de las celebraciones más importantes y auspiciosas. Habiendo sido detectada por conciencias iluminadas desde hace milenios, la Gran Noche del Señor Shiva es un portal energético dado por condiciones astrológicas específicas. Ésta resulta hasta el día de hoy una importantísima celebración espiritual, religiosa, incluso cultural; pero más allá de eso, representa un portal o una aspectación altamente estimada por la Tradición Védica y sus practicantes.

Esta celebración en principio fue identificada mediante la ciencia del Jyotish, la Astrología Védica, la cual es un Vedanga (rama del Veda) que desde milenios atrás ha servido al hombre consciente para rastrear los ciclos a los que estamos sujetos dada nuestra relación kármica con los astros. En este caso en particular, las aspectaciones benéficas y auspiciosas se determinan a partir del área llamada Muhurta, que es la herramienta indicada para encontrar momentos propicios para realizar cierto tipo de actividades de invocación ceremonial, o también con propósitos de otro tipo.

La noche de Mahashivaratri es una noche consagrada al Señor Shiva, aspecto divino fundamental del Trimurti según el Veda. En sus primeras menciones en los Vedas, textos que tienen más de 5000 años de antiguedad, Shiva es nombrado como Rudra. Así, no hay duda del rol absoluto que tiene esta forma del dios dentro del Dharma Shastra (escrituras del Dharma), pues ha estado presente desde la revelación original y se sigue revelando aún hoy en día.

Un paralelo entre el sistema occidental y el sistema védico

Nomenclaturas

La comparación entre la astrología occidental y la astrología védica es fascinante, y su estudio puede ser profundo y complejo si uno se aventura lo suficiente. Para empezar, podemos decir con seguridad que la astrología védica precede a la occidental por varios milenios. Así, una primera diferencia estaría en la forma de nombrar a los planetas y las constelaciones del zodiaco, pues en Babilonia los nombres sánscritos originales se cambiaron, y fue adoptada una nomenclatura propia del momento y el lugar, para construir el emergente sistema occidental. De allí vienen los nombres que conocemos como Aries, Tauro, etcétera, (de influencia también griega), y que reemplazaron los nombres sánscritos de Mesha, Vrishabha, etc.

Nombres en SánscritoNombres Occidentales
MeshaAries
VrishabhaTauro
MithunaGéminis
KarkaCáncer
SimhaLeo
KanyaVirgo
TulaLibra
VrischikaEscorpio
DhanuSagitario
MakarCapricornio
KumbhaAcuario
MinaPiscis

La precesión o Ayanamsha

Sin embargo, quizás la diferencia central radique en la medición y ubicación de cada planeta en el cinturón zodiacal. Jyotish es una astrología sideral, y la forma predominante de medición de la astrología occidental en cambio es tropical. El concepto de astrología sideral implica que las posiciones que se determinan para cada planeta corresponden, de forma verificable y observable astronómicamente, con la bóveda celeste y sus constelaciones reales y visibles. Por el contrario, la astrología tropical no considera las posiciones reales de los planetas con respecto a las constelaciones zodiacales, sino que determina, por ejemplo, el inicio de un signo de acuerdo al comienzo de una u otra estación climatológica. En suma, tiene en cuenta mediciones terrestres como los trópicos, y los solsticios y equinoccios, pero no las posiciones astronómicas como tal.

La razón de que esto ocurra está en el movimiento de la Tierra conocido como “precesión equinoccial” o “precesión de los equinoccios” (en sánscrito, ayanamsha). Esta consiste en un movimiento semejante al de un trompo, que oscila sobre su propio eje, y que hace que cada 72 años haya un cambio de un grado de arco del zodiaco con respecto a la Tierra. De esta forma, vemos que con el paso de los aproximados 1700 años desde que se originó la astrología occidental en Babilonia, hasta el día de hoy ha habido un cambio de 24 grados en total. Esto tiene sentido al ver que justamente esa es la diferencia en la medición de los cielos desde la astrología sideral comparada con la astrología tropical, en donde la primera sí contempla la precesión, y la segunda no.

Para ejemplificar podemos ver que en la astrología tropical se dice que el sol ingresa en Aries aproximadamente el 21 de marzo de cada año, día en que comienza la pascua. Por las razones que aquí se exponen podemos estar seguros de que esto era así hace unos 17 siglos. Ahora bien, con certeza astronómica, definida tanto por astrólogos como por astrofísicos, sabemos que la precesión ha hecho en ese mismo tiempo una rotación de 24 grados sobre el zodiaco, y que entonces podamos decir que de hecho el sol ingresa en Aries cerca al 14 de abril de cada año y no el 21 de marzo. Y esa diferencia de 24 grados aplica para la posición de cada planeta. Allí ya se ve cómo es que hay una diferencia tajante entre las cartas astrológicas occidentales tropicales y las védicas siderales que se fijan en las constelaciones y no solo en las estaciones climatológicas.

Lagna (ascendente) y Chandra Lagna (ascendente lunar)

Ahora bien, por supuesto existen muchas más diferencias entre estos dos sistemas. Otra de ellas es el valor del ascendente o lagna, en vez del signo solar, como la primera variable fundamental de una persona. Naturalmente, por ejemplificar, cuando en la India se le pregunta a alguien cuál es su signo o rashi, se suele referir al signo lunar del nacimiento (es decir, el que transitaba la luna al nacer), y no al signo solar como es costumbre en Occidente. La otra tendencia predominante en el Jyotish es la de ubicar el ascendente (el rashi que asciende al este en el horizonte durante el nacimiento) como respuesta a esa pregunta, pues ambos, tanto el lunar como el ascendente, son esenciales. Las mediciones del signo lunar y del ascendente cambian más frecuentemente de lo que el sol cambia de constelación, y eso quiere decir que estos son datos más específicos.

Nakshatras – Las mansiones lunares

En Jyotish la luna también se destaca ya que al nacer se localiza sobre un nakshatra o mansión lunar específica y determinante. Existen 27 estrellas conocidas como nakshatras, que fungen como un zodiaco lunar que se superpone al zodiaco solar más conocido. El nakshatra de nacimiento de una persona, su janma nakshatra, es fundamental también para comprender las inclinaciones naturales del alma, y este es otro elemento exclusivo que permite conocernos de una forma más profunda según la astrología védica.

Navagrahas y Urano, Neptuno y Plutón

En el Jyotish también se debe destacar que, al contrario de su homóloga occidental, no se tiene en cuenta a los planetas Urano, Neptuno y Plutón, así como a los otros asteroides que a veces se consideran, puesto que sus energías ya están contenidas en otros planetas más cercanos. Esto se suma al hecho de que los textos astrológicos védicos refieren que el campo energético de Surya, el sol, centro del sistema solar, llega sólo hasta Shani (Saturno), excluyendo a quienes están por fuera de ese radio. De ese modo los Navagrahas (9 planetas sagrados del Jyotish) son Surya – Sol, Chandra – Luna, Mangal – Marte, Buddha – Mercurio, Brihaspati – Júpiter, Shukra – Venus, Shani – Saturno, Rahu – el nodo lunar norte, y Ketu – el nodo lunar sur.

Métodos de análisis

En general los métodos de lectura de una astrología a otra son distintos. En general desde el Jyotish podemos ver varios métodos únicos en su ejercicio, dentro de los cuales podemos referir el entendimiento de los Dashas o periodos planetarios, que son franjas de tiempo regidas por uno o varios planetas y durante los cuales se exacerban justamente esas energías que les gobiernan.

Por otro lado, las denominadas Vargas son cartas divisionales. Es decir, de la misma carta natal se subdividen distintas maneras de organizar los planetas, y así se obtienen cartas adicionales que representan mayor información de áreas específicas de la vida, permitiendo así mayor información sobre ese particular. Entre estas Vargas la más conocida es la D9 o carta navamsha, donde se habla de la visión del alma de una persona, entre otras cosas.

Entre muchas otras diferencias, podemos mencionar estas. Y aunque en ambas ciencias son muy semejantes sobre todo la descripción de los planetas y de los signos, así como de las casas (con algunas diferencias importantes), vemos así su diferenciación en aspectos cruciales que llevan a resultados de análisis diferentes.

La sanación del karma y el sentido del Jyotish como ciencia védica

Por último, quizás una de las variables más interesantes que diferencia al Jyotish de la astrología occidental tropical son los “remedios astrológicos” o upaye. Upaye es la posibilidad de ofrecer herramientas de trabajo consciente y disolutorio sobre el karma expuesto por los planetas en la carta natal. Siendo Jyotish una ciencia del Veda, en realidad son todas las demás ciencias védicas quienes se presentan como herramientas de trabajo de sanación kármica. Todas las prácticas y yogas (mantra, yantra, meditación, visualización, rituales, etc.) son susceptibles de ser presentadas como herramientas de sanación para afectaciones planetarias concretas. Jyotish está interconectado con las demás ciencias védicas como el Yoga y el Ayurveda así como el Samkhya o el Vastu, y está diseñado para el despertar de la conciencia y el autoconocimiento más trascendente a partir de su vasto océano de posibilidades.

“Aquel que logra entender profundamente la ciencia astrológica

 en comunión con el aspecto matemático, cómo si se revelasen ante sus ojos,

se grabasen sobre su intelecto y además se impregnasen sobre su corazón,

emitirá predicciones que jamás carecerán de exactitud”.

Brihat Samhita


Centro Latinoamericano de Estudios Védicos área de Jyotish

1 Comentario

  1. El tratamiento del tema ha sido basto, pero complicado. Muchas diferencias entre la astrología China y la occidental, que confunden al lector.
    Sin embargo lo escrito está muy bien explicado y puede llegarse a su comprensión debido a la prolijidad de su exposición.

    Responder

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