“Un cuerpo sano, una vida larga, no solo proveen

una buena base para las prácticas de los yoguis

sino, además, les dan tiempo para lograr su transformación”.

Gerandha Samhita

El Hatha Yoga es una práctica antigua, utilizada principalmente para lograr el desarrollo de posturas cómodas que permitan meditar adecuadamente, favoreciendo la concentración del Yogui en su camino hacia el Samadhi. Sin embargo, realizar ejercicios como asanas o kriyas requiere de ciertas experiencias adicionales para mantener o, si es posible, incluso recuperar la salud, la cual es un pilar necesario en la práctica.

En la sadhana (práctica) de Hatha Yoga es necesario el cuidado del cuerpo y de la mente. Mantenerse saludable es requisito para facilitar la realización de asanas y meditación, y así alcanzar estados superiores de conciencia o incluso obtener samadhi. Si una persona posee el anhelo de la práctica, pero padece de alguna enfermedad, debe buscar nuevamente su balance, en principio, mediante tratamiento y trabajo con las técnicas o métodos prescritos por la medicina Ayurveda, ciencia hermana del Yoga. Sin embargo, existen otras técnicas dentro de la misma ciencia Yoga que aportan mucho a la salud.

En este artículo se busca explorar el universo de los ejercicios que se conocen como ShatKarmas, que son las prácticas de purificación complementarias que se realizan previo a ciertos sadhanas de Hatha Yoga o incluso de Pranayama y meditación, y que tienen el propósito de purificar y depurar el cuerpo para restituir salud y balance en sus energías internas.

Antecedentes:

Entre los siglos XV y XVI Svatmarama, discípulo de Goraksha Nath, escribe el tratado conocido como el Hatha Pradipika, considerado por algunos como el texto que marca el inicio del Hatha Yoga como tal. Este concepto sánscrito tiene varios significados, aunque en general se traduce como “Yoga forzado” o “Yoga de la fuerza”. En ese contexto, Svatmarama menciona la aplicación de los shatkarmas, más que como una purificación en sí, como un medio para equilibrar los doshas debilitados o desequilibrados en las personas que practican o aspiran a practicar el Hatha Yoga. En el tratado se menciona lo siguiente:

II 21.-Ṣhaṭkarma debe constituir la primera práctica para las personas flemáticas y de constitución débil. En otro caso (con vata, pitta y kapha equilibrados), no resulta necesario. (Hatha Yoga Pradipika)

En suma, equilibrar los doshas es el principal objetivo de los shatkarmas. Estos actos comprenden asanas, purificaciones, dieta, técnicas de respiración, mudras (gestos corporales) y bandhas (sellos energéticos). Tradicionalmente esto era considerado parte integral de la práctica del Linaje (sampradaya) de los Nath, a la que pertenecía dicho Yogui.

Posteriormente, Chanda Kapali, discípulo del Yogacharya Gheranda, en su tratado conocido como el Gheranda Samhita (la “colección” de Gheranda), texto tántrico, expone que el Yoga de la Fuerza (Hatha Yoga) es un paso al conocimiento del mundo o plano mental. En él explica que para adiestrar al cuerpo en la disciplina yóguica se deben practicar siete ejercicios (septanga Hatha Yoga) los cuales son:

Primero: la purificación, que se adquiere realizando con regularidad los Shatkarmas. Segundo: la fuerza o driddhata, que se consigue mediante la práctica de las asanas o posturas. Tercero: la firmeza o sthirata, la cual es lograda por la práctica del mudra. Cuarto: la calma,  dhairyata, que llega a través del pratyahara. Quinto: Laghima o iluminación, se obtiene con la práctica regular del pranayama. Sexto: el dhyana o meditación que confiere la percepción (pratyakshatva) del Ser. Séptimo: La experiencia de samadhi, que otorga el aislamiento (nirliptata), que es en verdad la libertad. (Gheranda Samhita).

Una diferencia entre la enseñanza de Svatmarama y la de Gheranda (o lo mencionado por Kapali), es el tema de las purificaciones. Mientras que el primero afirma que solo deben ser practicadas por personas débiles o con desbalances en sus doshas, en el Gheranda se hace hincapié en la regularidad de las mismas como primer paso para alcanzar el Raja Yoga o Yoga Real (Samadhi) de forma sistemática. 

Ahora bien, con estos antecedentes en mente, podemos pasar a una síntesis: Shatkarma o shatkriyas significa las seis acciones vitales para la purificación. Dhauti (limpieza de estómago), Basti (enema), Neti (limpieza de las vías respiratorias), Tratak (purificación de los ojos y la mente), Nauli (purificación intestinal) y Kapalabhati (limpieza energética del campo etérico), son los seis procesos de desintoxicación en el Yoga según Svatmarama. Pero en el Gheranda Samhita se señala que las seis acciones son: Dhauti, Basti, Neti, Tratak, Laukiki (nauli) y Kapalabati; y a su vez, subdivide los dhautis en cuatro técnicas: 1) antar-dhauti (limpieza interior). 2) dantha-dhauti (limpieza dental). 3) hrid-dhauti (limpieza de la garganta). 4) mulashodana (limpieza de recto). La práctica del saptanga Hatha Yoga era de carácter obligatorio entre los discípulos de Gheranda, principalmente los shatkarmas.

Los Shatkarmas en Ayurveda

La enfermedad es el desequilibrio de las fuerzas naturales conocidas como doshas en la ciencia ayurvédica. Estas fuerzas son: Vata (espacio – aire), que regula el movimiento; Pitta (fuego – agua), regulador del metabolismo y Kapha (tierra – agua), que rige la estructura. El desequilibrio de estos principios es causa de variados desbalances que pueden impedir la práctica del Hatha Yoga en cualquiera de sus partes. Ese desequilibrio puede presentarse en el cuerpo físico o generar algún padecimiento de orden mental, algunos de los cuales pueden ser tratados con las técnicas mencionadas en los tratados antes mencionados.

Algunos de estos desbalances de acuerdo con los doshas correspondientes son:

• Vata:

Desequilibrio corporal: estreñimiento y gases corporales, inflamación abdominal, debilidad, eructos, hipo, resequedad en la garganta, orificios nasales y ojos, insomnio, fatiga y poca fuerza.

Desequilibrio mental: constante agitación mental, ansiedad, miedo, debilidad de la memoria, desenfoque, falta de concentración, agotamiento, nerviosismo.

• Pitta:

Desequilibrio corporal: inflamación, insomnio, exceso de hambre y sed, acidez, reflujo, úlceras estomacales, diarrea, mal aliento, reacciones alérgicas, acné y erupciones de la cara, vómito de bilis.

Desequilibrio mental: frustración, agitación, violencia, impulsos de rabia repentinos sin razón aparente, impaciencia, autocentramiento, ansiedad.

• Kapha:

Desequilibrio corporal: edema, retención de agua, obesidad, depósitos de grasa, colesterol alto, obstrucciones de los canales, congestión generalizada en el pecho, garganta y vías respiratorias, rechazo a climas húmedos, indigestión, diabetes, náuseas, sensación de pesadez y cansancio frecuente, pérdida de apetito, poca sed, inflamación de las articulaciones y extremidades por acumulación de líquidos.

Desequilibrio mental: depresión, lentitud de movimiento y de comprensión, inercia, apatía, pocos deseos de realizar actividades, desorientación, sueño en exceso.

Al disminuir o corregir cualquiera de los desequilibrios arriba mencionados, se mejora de manera considerable la práctica de: asanas, pranayama y pratyahara, concatenando el resultado de cada una, pues una buena postura nos lleva una correcta respiración (pranayama), y por ende al control de los sentidos (pratyahara), lo que es imposible con unos doshas en desequilibrio o en un estado de enfermedad.

Las técnicas

De manera ilustrativa podemos comentar que los elementos utilizados en la práctica incluyen: la neta o lota, agua salada, ghee, telas, leche, yogur, orina, sondas o catéteres que permiten alcanzar los objetivos de los shatkarmas, que van más allá de equilibrar los humores (mucosidad, bilis y gases) de sus respectivos tridosha.

La práctica regular de esos métodos psicofísicos impacta también al binomio cuerpo-mente, actuando directamente sobre los diferentes koshas (capas o envolturas de la conciencia) específicamente sobre el cuerpo físico (annamaya kosha) que se desintoxica; el cuerpo pránico o enérgetico (pranamaya kosha) el cual se purifica, y finalmente ejerce su beneficio armonizante sobre el cuerpo mental (manomaya kosha). Otro beneficio es la armonía y equilibrio de los principales flujos o canales de prana: el solar o vital (pingala) y el lunar o mental (ida).

Todas las acciones purificadoras o Shatkarmas deben ser asesoradas por un  yogacharya o asesor ayurvédico calificado. La práctica constante de los Shatkarmas, aunados a las demás técnicas prescritas por los Sabios, logran que el cuerpo venza a la vejez, tornándose flexible y saludable tanto en lo físico como en lo mental. Por tanto, se recomienda conocer el estado de nuestros Doshas antes de iniciarnos en la práctica del Hatha Yoga.

• DHAUTI.-  Limpieza del esófago y estómago.

Esta purificación resulta efectiva contra el asma, las enfermedades bronquiales, la lepra, indigestión, el exceso de acidez y otras ocasionadas por el desequilibrio de Kapha. Se le conoce como Kunjal Kriya o Gajakarani, (técnica del elefante).

Técnica: utilizar dos litros de agua tibia con una cucharadita de sal por litro de agua. En ayunas se beben toda el agua de forma rápida, luego se inclina hacia adelante presionando con la mano izquierda el abdomen y se introducen en la boca los dedos índices y anular hasta tocar la parte posterior de la garganta hasta provocar el vómito de todo el líquido ingerido. Se recomienda una o dos veces por semana. No realizar en caso de hipertensión o glaucoma.

• BASTI.- Limpieza intestinal con enema yóguico. 

Limpia todo el sistema digestivo desde la boca hasta el ano. La purificación por vía oral se hace ingiriendo hasta siete litros de agua salada. Se practican algunos ejercicios yóguicos para circular y eliminar el agua hasta que salga coloreada. Para la purificación rectal se aplica un enema de dos litros de agua tibia con una infusión de manzanilla con algunas gotas de aceite vegetal. Se mantiene entre 5 y 15 minutos, para después soltar los deshechos. Se sugiere realizarla una o dos veces por mes. 

• NAULI.- Rotación de abdominales. Consiste en un masaje abdominal y limpieza. 

Se realiza en ayunas moviendo los músculos abdominales de derecha a izquierda y viceversa. Fortalece la musculatura abdominal, masajea los intestinos y los órganos de la parte inferior del abdomen estableciendo un efecto estimulante y regulador sobre todo el sistema digestivo. Se debe evitar realizarlo durante el embarazo, o cuando existen cálculos renales y pesadez estomacal. 

• NETI.- El Neti  se utiliza para la limpieza de las fosas nasales y de los senos paranasales.

Existen diferentes formas de practicarlo, las más utilizadas e importantes son: el Jala Neti y el Sutra Neti.

Jala neti: se utilizan dos porciones de agua tibia de medio litro con una cucharadita de sal para cada fosa nasal, iniciando por la izquierda y con la cabeza de lado en un lavamanos.

Sutra neti: consiste en introducir una cuerda de algodón por la fosa nasal, moviéndola de arriba a abajo, para luego sacarla por la boca o por la narina contraria. Actúa sobre los órganos sensoriales de la cabeza y fortalece la visión, eliminando la fatiga visual. Reduce los dolores de cabeza, mejora la memoria y la concentración, previene resfriados, sinusitis, la fiebre del heno y las alergias al polen.

• KAPALABHATI.- Respiración desintoxicante, Esta técnica se puede ejecutar todos los días. Induce una limpieza cerebral.

Hay que inclinar la cabeza y la parte superior del cuerpo ligeramente hacia adelante, se inhala a través de la boca y se exhala rápidamente por la nariz. Con la práctica se alternan las fosas nasales. Se recomiendan series de 25 a 50 veces o más, luego se practica relajación por uno o dos minutos. Refresca y aporta energía, estimula el flujo de sangre hacia la frente y los canales nasales, combate la sinusitis, fortalece el sistema nervioso y tiene un efecto calmante promoviendo la paz interior.

• TRATAK.- Limpieza visual en un punto. 

Se fija la mirada en la llama de una vela colocada a un metro de distancia a la altura de los ojos. Se mantiene la mirada por al menos 30 segundos aunque las lágrimas comiencen a fluir, se cierran los ojos y se sigue contemplando la luz de la vela mentalmente entre uno y cuatro minutos. Purifica al ser en todos sus niveles y es parte de un proceso que conduce a la luz. Depura los ojos, fortalece los músculos oculares, mejora la visión, la memoria, ayuda a conciliar el sueño, mejora la capacidad de concentración, la intuición, visualización y la fuerza de voluntad. No es un ejercicio adecuado para personas con problemas psíquicos.

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“El punto es, ¿qué tan sano te sientes?
¿De cuánta salud gozas?

Dirás, ¿cómo lo sé?
Mide tus tensiones,
observa tus necesidades,
advierte tu ira,
reconoce el descontrol.
Reajusta y reordena tu Ser.”

Sri Mataji Shaktiananda

BIBLIOGRAFÍA:

• Hatha Yoga Pradipika
• Gheranda Samhita.
• Filosofía y práctica del Hatha Yoga, CLEV, octubre 2021
• Ayurveda, Nivel 1, CLEV, 2020
• Profundizando  en  el  Yoga.  (Hatha  Yoga  Pradipika).  Hans-Ulrich  Rieker.  Ed.:Arimany.
• Perfecciono mi Yoga. André Van Lysebeth. Ed. Urano.

Gerardo Zetina – Mesa de investigación y redacción del CLEV